La niña que encontró el último color

Érase una vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas y ríos, una niña llamada Sofia. Sofia era conocida por su gran curiosidad y su amor por los colores. Siempre estaba dibujando y pintando, buscando el color perfecto que pudiera plasmar en sus obras. Pero un día, mientras paseaba por el bosque, descubrió algo sorprendente: ¡había encontrado el último color!

El color era tan vibrante y brillante que no se parecía a nada que Sofia hubiera visto antes. Estaba decidida a capturar ese color en sus dibujos, pero cuando intentaba plasmarlo en papel, el color desaparecía como por arte de magia.

Confundida y desanimada, Sofia decidió pedir ayuda a su amiga, la anciana del pueblo. La anciana, con sus años de sabiduría, le dijo: «Querida Sofia, el último color es especial y mágico. No se puede atrapar con un pincel, pero sí con el corazón. Debes buscar dentro de ti y encontrar la forma de expresar ese color de una manera única».

Con estas palabras resonando en su mente, Sofia se fue a casa y se sentó frente a su hoja en blanco. Cerró los ojos, respiró profundamente y se concentró en sus sentimientos.
De repente, recordó un momento especial con su familia en el que se sentía feliz y llena de amor. Abrió los ojos y empezó a dibujar, dejando que su corazón guiara su mano.

Poco a poco, el último color comenzó a plasmarse en el papel. Los trazos de Sofia reflejaban la alegría, la calidez y la magia del color. Cuando terminó, sintió su corazón lleno de felicidad y emoción. Había logrado capturar el último color de una forma que nunca imaginó.

Corrió a mostrar su dibujo a la anciana y esta sonrió con ternura. «Has descubierto el secreto, querida Sofia. El último color no se ve, se siente. Y tú lo has sentido con todo tu ser».

Desde ese día, Sofia siguió pintando y dibujando, pero con una nueva perspectiva. Sabía que los colores no solo estaban en el exterior, sino también en su interior. Y que, con amor y pasión, podía crear obras llenas de magia y vida.

Y así, la niña que encontró el último color se convirtió en la artista más famosa del pueblo, inspirando a todos con su creatividad y su corazón.


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