Los conejos del arco iris

Érase una vez en el bosque encantado de Cristalina, donde los colores eran más brillantes y los arco iris duraban todo el día, vivían los conejos del arco iris. Estos conejos mágicos tenían la increíble habilidad de cambiar de color según su estado de ánimo. Durante años, los conejos del arco iris habían cuidado del bosque y de todos sus habitantes con cariño y alegría.

Un día, una gran tormenta amenazaba con destruir el bosque. Los conejos del arco iris se pusieron nerviosos, ya que nunca antes se habían enfrentado a una tormenta tan poderosa. Temían que los colores del arco iris desaparecieran para siempre si el bosque era destruido.

El conejo líder, Arco, reunió a todos los conejos en la madriguera principal para idear un plan. ‘¡Amigos conejos!’, dijo Arco con decisión, ‘debemos encontrar una manera de detener la tormenta y proteger nuestro hogar’.

Entonces, la conejita Luna sugirió: ‘He escuchado que en lo más alto de la Montaña Brillante vive el Hada Iris, que tiene el poder de calmar las tormentas. Quizás ella pueda ayudarnos’.

Los conejos del arco iris asintieron emocionados con la idea y decidieron emprender el viaje hacia la Montaña Brillante. El camino no sería fácil, pero estaban determinados a salvar el bosque.

Tras horas de caminar por prados y atravesar ríos cristalinos, los conejos finalmente llegaron a la Montaña Brillante. Ante ellos se alzaba un camino empinado y lleno de desafíos, pero no dudaron en comenzar la ascensión.

Después de mucho esfuerzo y trabajo en equipo, los conejos del arco iris alcanzaron la cima de la montaña, donde encontraron al Hada Iris. Con gentileza, le contaron sobre la tormenta que se acercaba y cómo temían por el futuro del bosque.

El Hada Iris escuchó atentamente y les dijo: ‘Queridos conejos del arco iris, la clave para detener la tormenta está en el corazón de cada uno de ustedes. Deben unir sus colores y emitir una luz tan brillante que la tormenta se disperse’.

Los conejos del arco iris se miraron con determinación y supieron que no tenían tiempo que perder. Comenzaron a concentrarse en sus colores, recordando momentos felices y compartiendo su amor por el bosque. Poco a poco, sus cuerpos empezaron a brillar con una luz intensa y arco iris se extendió por todo el cielo.

De repente, una ráfaga de viento furioso se acercaba, pero los conejos del arco iris no se amedrentaron. Con fuerza y valentía, emitieron su luz con intensidad, formando un escudo multicolor que detuvo la tormenta en seco.

El bosque encantado de Cristalina estaba a salvo una vez más, gracias al poder y la valentía de los conejos del arco iris. El sol volvió a brillar entre las nubes dispersas y los colores del arco iris inundaron el bosque con su magia renovada.

El Hada Iris felicitó a los conejos por su valentía y les dijo: ‘Nunca subestimen el poder de su unión y el amor que comparten. Son los verdaderos guardianes de la magia en este bosque’.

Los conejos del arco iris regresaron a su madriguera, contentos y orgullosos de lo que habían logrado juntos. Desde ese día, cada vez que veían un arco iris en el cielo, recordaban la importancia de la unidad y el amor en tiempos de adversidad.


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