Había una vez una niña llamada Alicia, a la que le encantaba imaginar y soñar despierta. Un día, mientras descansaba bajo un árbol con su hermana, vio pasar a un conejo blanco que murmuraba: «¡Llego tarde, llego tarde!». Intrigada, Alicia lo siguió y, sin darse cuenta, cayó por un profundo agujero que la llevó a un mundo mágico: el País de las Maravillas.
La aventura comienza
Alicia aterrizó suavemente en una sala con muchas puertas de diferentes tamaños. En una mesa encontró una botellita con una etiqueta que decía «Bébeme». Al probarla, encogió hasta ser diminuta y pudo atravesar una pequeña puerta que la llevó a un hermoso jardín. Luego halló un pastel con la etiqueta «Cómeme» y, al darle un mordisco, creció hasta ser gigante. Confundida, encontró la manera de recuperar su tamaño normal y comenzó a explorar.
Encuentros extraordinarios
En su camino, conoció a personajes muy extraños. El Gato de Cheshire, con su enigmática sonrisa, le daba consejos que a veces parecían no tener sentido. «Todos aquí estamos locos», le dijo con una risa misteriosa antes de desaparecer lentamente.
Alicia también encontró la casa de la Liebre de Marzo y el Sombrerero Loco, quienes la invitaron a una extraña fiesta de té. Ahí el tiempo parecía haberse detenido, y los anfitriones hacían acertijos sin respuestas y hablaban sin sentido. A pesar de lo divertido que era, Alicia se sintió confundida y decidió seguir su camino.

El encuentro con la Reina de Corazones
Siguiendo su camino, Alicia llegó a un gran jardín donde los jardineros pintaban de rojo las rosas blancas. «¡La Reina de Corazones odia las rosas blancas!», le explicaron. De repente, apareció la Reina de Corazones, una monarca caprichosa que gritaba: «¡Que le corten la cabeza!» a cualquiera que la contradijera.
La Reina invitó a Alicia a jugar al croquet, pero el juego era muy extraño. Los mazos eran flamencos y las bolas, erizos. Luego, se llevó a cabo un juicio sin sentido donde Alicia fue acusada sin motivo. Indignada, ella se enfrentó a la Reina, quien ordenó su castigo.
El despertar de Alicia
Justo cuando la situación parecía peligrosa, todo comenzó a desvanecerse. Alicia escuchó la voz de su hermana y abrió los ojos. Se había quedado dormida bajo el árbol y todo había sido un sueño. Aunque estaba de vuelta en casa, la aventura en el País de las Maravillas quedó grabada en su corazón para siempre.
¡Deja de perder tiempo buscando cuentos para niños en Internet y recíbelos directamente en tu correo electrónico!
Regístrate ahora y disfruta de tres días a la semana de cuentos únicos y personalizados con los nombres de tus hijos (o de los personajes que más te gusten). Así, cada historia será aún más especial y mágica para ellos.
¡Haz que cada cuento sea una aventura personalizada y emocionante! ¿A qué esperas para empezar?
Regístrate ahoraMoraleja del cuento
Este cuento infantil nos enseña la importancia de la imaginación, la curiosidad y el pensamiento crítico. Alicia en el País de las Maravillas es una historia mágica y fascinante que nos recuerda que la vida está llena de maravillas si aprendemos a verlas.
Autor del cuento
El cuento de Alicia en el País de las Maravillas fue escrito por Lewis Carroll y publicado por primera vez en 1865. Desde entonces, ha encantado a generaciones con su mundo fantástico y personajes inolvidables.