Érase una vez, en un bosque encantado, vivía Tim, un ratón muy especial. A diferencia de los demás ratones, a Tim no le gustaba correr y esconderse cuando veía a un gato; en vez de eso, rugía tan fuerte como un león para asustarlo. Todos en el bosque se reían de él y lo llamaban ‘Tim, el ratón que rugía como un león’.
Un día, el rey del bosque organizó un concurso para encontrar al animal con el rugido más fuerte, y todos los animales del bosque, grandes y pequeños, querían participar.
Tim también decidió unirse al concurso, a pesar de que los demás se burlaban de él. Cuando llegó su turno, cerró los ojos, inhaló profundamente y dejó escapar el rugido más fuerte que se había escuchado en el bosque. El gato asustado salió corriendo y todos los animales se quedaron boquiabiertos. Tim había demostrado que, a pesar de ser diferente, era valiente y poderoso.
El rey del bosque se acercó a Tim y le dijo: ‘Nunca subestimes el poder que tienes, querido Tim. Tu valentía y tu fortaleza te hacen especial’. Tim sintió una gran alegría en su corazón al escuchar estas palabras.
A partir de ese día, Tim ya no era conocido como ‘el ratón que rugía como un león’, ahora era ‘Tim, el valiente’. Y todos en el bosque lo admiraban y respetaban.
Y colorín colorado, este cuento de Tim, el ratón valiente, ha terminado.
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